El fósil apodado el Niño de Taung es el holotipo de su especie Australopithecus africanus. El cráneo presenta una mezcla de rasgos humanos y simiescos y conserva los dientes de leche, esto aportó valiosa información para poder estimar la edad aproximada de la muerte, que se estableció entre los 3 y los 4 años. Durante la fosilización, sedimentos saturados de agua rica en carbonato cálcico llenaron el cráneo, lo que permitió que, al petrificarse, se conservara una réplica del cerebro. Las marcas presentes en el cráneo han sido equiparadas a las encontradas en los huesos hallados en nidos de grandes rapaces, como águilas. Este descubrimiento sugiere la posibilidad de que el individuo fuera capturado por un águila y llevado a su nido para su consumo.
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